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Un equipo con personal del Hospital Clínic de Barcelona ha descubierto un método para crear y mantener en el laboratorio un número ilimitado de células progenitoras de nefronas, las unidades básicas y funcionales del riñón que son responsables de la filtración de la sangre y de la excreción de la orina.

El estudio supone un punto de partida para desarrollar nuevos tratamientos para las enfermedades renales, sobre todo por los que sufren insuficiencia renal, para empezar a aplicar terapias celulares en riñones con genes defectuosos e incluso posibilita la creación de riñones trasplantables a largo plazo.

La investigación ha sido liderada por el doctor Juan Carlos Izpisua Belmonte, profesor del Laboratorio de Expresión Génica en el Salk Institute for Biological Studies en California, con la colaboración del doctor Josep Maria Campistol, director general y nefrólogo del Hospital Clínic, y Marta Lazo, investigadora del Institut d’Investigacions Biomèdiques August Pi i Sunyer (IDIBAPS). También han participado investigadores de la Universidad Católica de Murcia, la Clínica Cemtro de Madrid y la Universidad de Tokai (Japón).

Los resultados, publicados en la revista Cell Stem Cell, evidencian que por primera vez se han podido conservar las células progenitoras de riñón (CPN), que en el organismo humano sólo existen durante el primer trimestre de gestación, cuando forman las nefronas. Después desaparecen y por ello los riñones adultos, a diferencia del hígado, no tienen capacidad para regenerarse después de un daño o una enfermedad.

Los investigadores han utilizado CPN embrionarias y han descubierto que si las dejaban crecer en un cultivo tridimensional en lugar de uno de plano, y utilizaban una nueva combinación de moléculas de señalización, las células se mantenían durante más de 15 meses. Es la primera vez que se consigue, porque nunca antes se había aplicado este método.

En experimentos con ratones, el equipo vio que cuando inducían las células a convertirse en estructuras de nefronas en estas nuevas condiciones, reaccionaban como si siempre hubieran estado allí. Según los investigadores, la creación de estas CPN que una vez aisladas se pueden mantener en cultivo y utilizar para futuras terapias podría ser un punto de partida para hacer crecer órganos funcionales en el laboratorio.

El descubrimiento podría ser relevante para crear riñones trasplantables, aunque para ello sería necesario cultivar otros tipos de progenitores indispensables para regenerar un riñón entero, que es hacia donde apunta ahora la investigación. Por otro lado, también podría funcionar para formar otros tejidos orgánicos utilizando el mismo cultivo tridimensional de este estudio.

 

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