El sistema sanitario necesita un nuevo modelo de compra pública

Los expertos reivindican que hay que transformar la generación de conocimiento sanitario en productos industriales innovadores y fomentar nuevas alianzas público-privadas.

21.11.2012

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Redacción

La innovación es un aspecto esencial de la estrategia a largo plazo de cualquier compañía. Para que ésta sea posible, es necesario invertir en compañías emergentes con productos innovadores, de forma que se genere un círculo virtuoso que una la generación de conocimiento con la transformación de productos. Es decir, debe haber compañías que compitan en el mercado con productos innovadores, pero también capital riesgo que invierta y financiación pública. Así lo pusieron de manifiesto el Prof. José M Mato, director general de CIC bioGUNE y CIC biomaGUNE y patrono de la Fundación de Ciencias de la Salud, y la Dra. Montserrat Vendrell, directora general de Biocat, en la presentación de la jornada ¿Cómo financiar la innovación en salud? Retos y oportunidades, organizada ayer por Biocat y la Fundación de Ciencias de la Salud, en colaboración con GlaxoSmithKline.

Actualmente, este círculo se ha reducido a niveles alarmantes en nuestro país, tal como advirtieron varios de los expertos de la jornada, al mismo tiempo que reclamaron que la Administración actue de referente en la compra pública innovadora y aumente otras políticas como las colaboraciones público-privadas o las medidas fiscales. En la misma línea, los expertos también comentaron que para mejorar la innovación es fundamental la triple hélice, es decir, las colaboraciones más amplias entre la universidad y sociedades científicas, el sector público y la industria.

Emilià Pola, director general del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell), reclamó que "hay que hacer un esfuerzo para comprar empresas innovadoras y pymes y no recurrir siempre a las multinacionales". También llamó la atención sobre que "no hemos conseguido que nuestro conocimiento sanitario tuviera un impacto industrial. Este es un claro desequilibrio de nuestra estructura". Un ejemplo que se presentó es en el área de trasplantes: "Somos los mejores, tenemos el conocimiento científico y, sin embargo, más del 95% de los materiales que se utilizan en un trasplante no son españoles y están en manos de empresas alemanas o norteamericanas", remarcó Pola.

En palabras del subdirector general del Instituto de Salud Carlos III, el Prof. Javier Arias-Díaz, el concepto de la innovación no debe limitarse a nuevos productos, sino a nuevos servicios y procedimientos.

Además de incentivar la compra pública de tecnología, es necesario ayudar a transformar la investigación en innovación. Los hospitales del siglo XXI acabarán compitiendo no tanto por su capacidad asistencial, sino por el cambio de paradigma, los protocolos y la innovación en la asistencia sanitaria. Y si "la innovación llega antes a los hospitales innovadores, esto salva muchas vidas", concluyó Pola.