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Redacción

La biotecnológica Vivia Biotech, con sede en el Parque Científico de la Universidad de Salamanca, y el grupo farmacéutico Ferrer, en Barcelona, colaboran en el desarrollo de un nuevo medicamento para el tratamiento del linfoma No Hodgkin, la leucemia linfocítica crónica y otros cánceres hematológicos.

El linfoma No Hodgkin es el que tiene mayor incidencia entre los cánceres hematológicos y representa el 4% de todos los cánceres. Joan Ballesteros, presidente y director Científico de Vivia Biotech, asegura que "es urgente la llegada de nuevos fármacos que aporten mecanismos de acción diferentes y más seguros, ya que existe un segmento de pacientes con intolerancia a las terapias disponibles".

La nueva terapia se desarrollará a partir de un fármaco ya conocido, del cual no se ha facilitado el nombre, administrado a millones de pacientes en todo el mundo, “una estrategia que acorta los plazos de llegada a la práctica clínica en comparación con las aproximaciones convencionales”, añade Ballesteros.

Vivia Biotech dispone de plataforma para el reposicionamiento de fármacos (ExviTech©) y su actividad se centra en analizar (screening) el efecto de miles de medicamentos existentes directamente en una muestra biológica estándar del paciente, como por ejemplo la sangre o la médula ósea. Gran parte de la aplicación de esta tecnología, hasta ahora, ha sido en el ámbito de los cánceres hematológicos.

La contribución de Ferrer en este acuerdo es que tiene toda la cadena de valor, desde la I+D hasta la comercialización, pasando por la fabricación industrial y la distribución (con presencia en 90 países). En 2011 la facturación del grupo farmacéutico superó los 800 millones de euros (un 6% más), del cual un 50% son exportaciones. “Este acuerdo nos permitirá extender nuestra amplia presencia en el sector hospitalario y reforzarnos en el ámbito de la oncología. Es un proyecto ambicioso que, pensamos, tendrá un impacto muy positivo en el tratamiento y la calidad de vida de los pacientes”, asegura Jordi Ramentol, consejero delegado de Grupo Ferrer.

Como publicaba Expansión el pasado 13 de diciembre, Ferrer ha dado un giro a la actividad de I+D para potenciar la colaboración público-privada y los proyectos con el sector biotecnológico, cerrando la planta de I+D en Barcelona y trasladándola a uno de los edificios de la antigua Gelos en Esplugues de Llobregat (Barcelona). Ferrer adquirió Gelos (fabricante de Gelocatil) en 2007. Este paso ha implicado un recorte de la plantilla de 30 personas, según la empresa, mediante prejubilaciones y bajas incentivadas.

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