Conoce al nuevo director general de Biocat, Robert Fabregat
El año en el que Biocat ha celebrado su 15 aniversario, se ha producido un relevo en la dirección general de la entidad con la incorporación de Robert Fabregat. Conoce cómo han sido sus primeros meses, qué líneas de actuación pretende reforzar, cómo se imagina la BioRegión en unos años y los hábitos saludables que practica.
Robert Fabregat asumió el cargo como nuevo Director General de Biocat a principios de octubre. Con la voluntad de aportar una visión renovada para la BioRegión, confía en que es ahora el momento oportuno para potenciar el ecosistema. En esta entrevista desvela una de sus principales líneas estratégicas, al mismo tiempo que presenta los principales retos que se deberá lograr para competir con los hubs de innovación de Europa que se sitúan por delante de la BioRegión.
Este diciembre hace dos meses que te incorporaste a Biocat como director general de la organización, después de una convocatoria abierta y pública. ¿Cómo ha sido la primera toma de contacto con el cargo?
Realmente ha sido un aterrizaje muy positivo y muy estimulante. Siempre digo a todo el mundo que estamos ante una oportunidad histórica para el sector debido al momento social, político y económico en el que nos encontramos. Debemos poder aprovecharlo para potenciar el ecosistema de ciencias de la vida y la salud. Y es una suerte y un privilegio poder estar en estos momentos al frente de una entidad como Biocat, que es la herramienta que puede hacer posible que este ecosistema crezca, generando sinergias entre todos los agentes.
Atendiendo a tu experiencia profesional en el sector y tu paso por la Dirección General de Investigación e Innovación en Salud de la Generalitat, ¿cuáles crees que son los principales retos del ecosistema de ciencias de la vida y la innovación en salud en Cataluña?
La BioRegión tiene todos los ingredientes que facilitan el crecimiento de las empresas: una investigación excelente con institutos de R+I, hospitales, centros sanitarios y universidades de primer nivel; una red especializada de inversión en life sciences, que colaboran cada vez más con inversores internacionales; y un ecosistema rico y dinámico. Pero es cierto que también necesitamos abordar algunos retos, que principalmente hacen referencia a cinco ámbitos: el primero es el impulso a la transferencia tecnológica, debemos ser capaces de hacer llegar el conocimiento y los proyectos de investigación a la empresa; el segundo es la aceleración y desarrollo de talento, es necesario esforzarnos para que un investigador pueda trabajar en una tecnología y cree su empresa con el máximo de recursos a su alcance; el tercer reto es la adopción de esta innovación tecnológica en el sistema público de salud, agilizando las rutas de acceso al mercado; el cuarto, la capacidad de atracción de inversión mediante instrumentos financieros que favorezcan el crecimiento de las empresas; y, por último, pero no menos importante, la consolidación de todo el ecosistema para que nos permita mejorar la escalabilidad de las empresas y así asegurar un dealflow constante y de calidad.
Para resolver estos desafíos, ¿qué líneas de actuación de Biocat tienes previsto reforzar en esta nueva etapa?
El principal reto que tengo y la línea de actuación que más reforzaré se resume en una frase muy sencilla: hacer llegar los avances tecnológicos a la ciudadanía. Y esto significa poner en el centro a las personas, a los y las pacientes, a sus familias... Y para conseguirlo, habrá que hacer un seguimiento de la tecnología más madura y los requerimientos que necesita el propio sistema de salud para detectar estas oportunidades. En este sentido, otra línea donde también hemos puesto el foco – al igual que lo está haciendo la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona – es impulsar acciones que promuevan la compra pública innovadora.
Si somos capaces de cerrar el círculo y tenemos Y siempre muy presente que lo que nos empuja a innovar en nuestro sector, es precisamente mejorar la salud y el bienestar de las personas, todos saldremos ganando. Al final generamos más conocimiento y más riqueza, cambiando al mismo tiempo el modelo productivo del propio país y daremos valor a todo el ecosistema.
Tres tendencias sectoriales que crees que marcarán el futuro del ecosistema en la era post-covid.
Tras la experiencia de la pandemia, hay tres líneas clave: una es la digitalización del sistema. Debemos ser capaces de utilizar las nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial o la telemedicina, para hacer llegar más rápido la innovación a la ciudadanía y que ésta pueda recibir una atención más personalizada. Otra es conseguir innovar, transformar y crecer, garantizando la sostenibilidad del planeta y minimizando el impacto negativo hacia los recursos naturales. La tercera es en relación con la salud pública: la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad. Es necesario profundizar en el bienestar de la población, el envejecimiento saludable y la equidad, trabajando en el empoderamiento de las personas y el fomento de entornos saludables. La pandemia de la Covid-19 ha hecho abrir los ojos en este ámbito.
Barcelona es la tercera ciudad europea más atractiva para los fundadores de startups, y Cataluña destaca por ser la región más dinámica en España en este sector. Sin embargo, arrastramos una falta de inversión estructural que dificulta la retención de talento y el escalado de las compañías innovadoras. ¿Qué podemos aprender de otros países con los que nos comparamos y que se sitúan por delante de la BioRegióN?
Nos reflejamos con otras regiones de Europa como Bélgica, Suecia, Dinamarca, Finlandia, Austria o Irlanda, por similitud en dimensión territorial y población. Pero depende de la variable que comparemos, tenemos más o menos camino que recorrer para ser competitivos. En investigación, por ejemplo, la BioRegión tiene ratios equiparables, o incluso mejores, que muchos de esos países. En inversión, en cambio, existe un gap a cubrir importante. En esta línea, es importante que seamos capaces de implementar instrumentos público-privados para aumentar la financiación que necesitan las startups y spinoffs en los diferentes estadios, conseguir aumentar el volumen de las rondas de inversión y el número de operaciones (faltan series B, C y salidas a bolsa), y mejorar los incentivos fiscales a la inversión, entre otros.
En los últimos años han aumentado las alianzas estratégicas entre startups, centros de investigación y compañías biomédicas catalanas, pero la transferencia de tecnología sigue siendo un reto sobre lo que hay que actuar. ¿Qué herramientas crees que deberían implementarse en esta línea?
La transferencia de tecnología es uno de los principales retos que debemos abordar y aquí también carecen mecanismos de financiación para la valorización de proyectos, establecer una política de intensificación e incentivación económica, y realizar actividades de matchmaking que pongan en contacto la oferta y la demanda de tecnologías, retos empresariales y de talento. Sobre este punto, Biocat organiza varios programas de innovación abierta que impulsan las relaciones entre los diferentes agentes del ecosistema de salud (investigadores, empresas farmacéuticas y biotec e inversores) para que acaben estableciendo acuerdos de colaboración público-privada.
Salut lidera los presupuestos de la Generalitat con 11.215 M€ (un 26,5% del total), aumentando su dotación en un 15% respecto al año pasado. ¿Qué impacto puede suponer ese incremento? ¿Crees que es suficiente o continuaremos dependiendo de los fondos Next Generation para la recuperación del sector?
Es muy buena noticia este incremento del 15%, pero lo deseable sería que esa dotación de recursos acabara teniendo impacto en todo el ecosistema. No sólo en la mejora de la atención sanitaria, que es la máxima prioridad, sino que colateralmente pudiera contribuir a reforzar nuestros centros de investigación, la retención y captación de nuevo talento, el desarrollo de nuevas tecnologías, el fomento del emprendeduría y la creación de nuevas empresas, la generación de empleo, el crecimiento de nuestro tejido industrial, la atracción de inversión privada... El sistema sanitario público es un gran transatlántico que trabaja para mejorar la salud de toda la ciudadanía, pero también es un gran motor de transformación social y económico, y debemos tenerlo muy presente. Si tejamos las sinergias necesarias y establecemos los canales de cooperación adecuados, todos los agentes del ecosistema pueden salir beneficiados.
En este sentido, es necesario que las administraciones públicas apuesten por fortalecer este sector como una estrategia de presente pero, sobre todo, de futuro para el país. Y es imprescindible que los recursos provenientes de los fondos europeos Next Generation se puedan invertir en dar un salto cualitativo, y de transformación, en torno a la consolidación de la BioRegión como un hub de terapias emergentes y medicina personalizada de referencia a nivel internacional.
Recientemente Biocat publicó un artículo sobre sostenibilidad en el sector, donde ponía de manifiesto que si el sector salud mundial fuera un país, sería el quinto mayor emisor de gases de efecto invernadero del planeta. ¿Crees que el ecosistema está suficientemente concienciado sobre la huella de carbono de la industria de la salud en general? ¿Qué iniciativas están realizando los distintos agentes del sistema para transitar hacia las emisiones cero?
El sector de las ciencias de la vida y la salud debe responder a la emergencia climática y, al mismo tiempo, debe responsabilizarse de su huella. No sólo cuidando los problemas de salud que se derivan, sino practicando los principios de prevención, reduciendo su propia contribución al problema. Por este motivo, es necesario trabajar para que los diferentes agentes de la BioRegión impulsen la transformación y el cambio empresarial con objetivos alineados con la Agenda 2030. Empresas biofarmacéuticas como Almirall, Ferrer o Grifols tienen la sostenibilidad integrada en su estrategia de negocio, algunas startups han decidido adaptar el desarrollo de sus productos a esta nueva tendencia y los centros de investigación y hospitales están adaptando sus modelos para conseguir una pisada 0%. No hay que perder esta visión global, tener muy presente cuál es el impacto de nuestro propio ecosistema, y garantizar su sostenibilidad desde un punto de vista medioambiental.
Biocat ha celebrado en 2021 su 15 aniversario, un tiempo durante el cual ha contribuido a impulsar, acelerar y proyectar la BioRegión hasta situarla como uno de los principales hubs de innovación de Europa. ¿Cómo imaginas la BioRegión de Cataluña dentro de cinco años?
Mi talante profundamente optimista me hace estar convencido de que, en cinco años, habremos hecho las cosas lo suficientemente bien como para haber dado un salto más que cualitativo en el ámbito de la innovación en salud. No quiero aventurarme a decir si como para alcanzar unos niveles de homologación con los principales hubs de innovación de Europa, pero sí como para empezar a tener ciertos indicadores comparables.
Y ahora es el momento óptimo para que tanto la ciudadanía como todos los agentes estratégicos del ecosistema estén totalmente alineados y comprometidos al impulsar la innovación en salud. No sólo no podemos permitirnos perder esta oportunidad histórica, sino que no soy capaz de imaginarme otro escenario que no sea haberla aprovechado al máximo.
Trabajando y dedicándote al sector salud profesionalmente, ¿Cuáles son los hábitos personales que te hacen mantenerte saludable?
Mi hábito imprescindible para cuidarme ha sido siempre y sigue siendo el deporte. Desde pequeño con el fútbol, la natación, el tenis o el esquí. Y actualmente siguiendo enamorado de la nieve, pero habiendo cambiado la raqueta por la pala de pádel, y haciendo más vida en el gimnasio. Y más allá de la mejora y el mantenimiento del cuerpo desde un punto de vista físico, sobre todo a nivel de salud mental, de desconexión, de vía de escape.
Me he ido aficionando también a la práctica del yoga, que permite tener ciertos momentos de relajación, meditación y dedicar tiempo a uno mismo. Y cada vez soy más consciente del impacto que la alimentación tiene en nuestra salud, y trabajo para integrar el máximo de buenos hábitos en mi día a día, pero reconozco que todavía tengo mucho margen de mejora en este sentido.
