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El 2020 pasará a la historia por haber sido el año en que la Covid-19 lo cambió todo. El mundo se confinó para evitar frenar un virus desconocido que llenaba las UCI de todos los hospitales, a la vez que hacía tambalear la economía mundial.

A pesar de haber sido un año que se presentaba difícil debido a la pandemia, tres startups de la BioRegión han conseguido levantar un total de 59 millones de euros de inversión en 2020. Son Koa Health (14,1 millones de euros) , Neuroelectrics Cambridge (15 millones de euros) y Ona Therapeutics (30 millones de euros). Un hito que se ha abordado en la mesa redonda que Biocat, CataloniaBio & HealthTech y ACCIÓN han organizado en el marco de la celebración de BIO-Europe Spring Digital 2021, uno de los principales eventos del sector celebrado en formato virtual este mes de marzo.

En el caso de Koa Health, la Covid-19 no sólo no detuvo la captación de inversores en tiempo convulso, sino que ha incluso acelerado su avance, con un objetivo claro: mejorar la calidad de vida de los pacientes. Stephen Dunne, Chief Digital Therapeutics Officer, recuerda cómo todo tomó impulso en pocos días. "Estábamos haciendo ensayos clínicos y cuando nos dimos cuenta, nuestra solución se empezaba a implementar en los hospitales". En ese momento, el spinoff de Telefónica que ofrece servicios digitales de salud mental, tenía algunos inversores, pero estos comenzaron a crecer en darse cuenta de que el futuro de la salud pasaba por la telemedicina. "Todo el mundo quería formar parte", comentó Dunne.

Este, sin embargo, no fue el único caso. La pandemia también aceleró uno de los principales retos de Neuroelectrics Cambridge: hacer llegar la tecnología a domicilio. La startup de salud catalana que trabaja en terapias para paliar enfermedades neurológicas y neurodegenerativas, pidió a la agencia del medicamento estadounidense (FDA) poder facilitar la solución directamente a los pacientes con depresión ante la imposibilidad de que estos se pudieran desplazar al hospital. "¡En sólo treinta días, la FDA nos dio el visto bueno!", Recuerda Ana Maiques, CEO y confundadora, quien ha sido llamada recientemente una de las mujeres más inspiradoras de la ciencia en Europa. Un claro ejemplo de cómo las organizaciones sanitarias mundiales han tenido que adaptar al nuevo contexto social global.

El caso de Ona Therapheutics fue diferente. La pandemia no les ayudó. Fue difícil poder continuar trabajando presencialmente en los ensayos clínicos, y por tanto, poder continuar la actividad de investigación que los hace avanzar. Sin embargo, la spinoff del Instituto de Investigación Biomédica (IRB) y ICREA, consiguió cerrar en marzo de 2020 una de las mayores rondas de inversión en Europa que habían iniciado en 2019. "Tuvimos suerte porque cuando la pandemia estalló, ya contábamos con buena parte de los inversores. Más tarde hubiera sido complicado. La gente estaba desorientada y preocupada por lo que podría pasar con la economía ", confesó Valerie Vanhooren, CEO de Ona.
  
La investigadora hizo un llamamiento a los inversores a continuar invirtiendo en biotecnología porque "el descubrimiento de fármacos debería ser universal". "Me gustaría que nuestro caso sirve de impulsor para otras biotec", reconoció Vanhooren, quien también ha destacado la necesidad de continuar invirtiendo en tecnologías de larga duración, en innovación y en soluciones que realmente sean sostenibles. "Y no sólo en cosas relacionadas con la Covid-19.

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