Esther Dyson: "Nueve de cada diez 'start-up' están haciendo lo mismo que las demás, son pocas las que han hecho una apuesta nueva y necesaria"
Directora general de HICCup y The WaytoWellville
Nombrada por la revista Forbes como una de las mujeres más influyentes de los Estados Unidos, esta emprendedora y business angel ha invertido en varias start-up de salud basadas en el big data y las tecnologías de la información. Su proyecto más reciente es The WaytoWellville, un concurso para crear y mesurar el impacto de programas sanitarios en cinco comunidades de los Estados Unidos.
Dyson fue uno de los cabezas de cartel del Congreso Health 2.0 Europe, celebrado en Barcelona hace unas semanas. Son muchos los emprendedores que buscan los consejos de esta business angel, que ha dedicado gran parte de su carrera profesional a fomentar con inversiones e ideas una digitalización sana de la salud. La redundancia no es gratuita: más allá del 2.0, su prioridad número uno es humanizar la sanidad.
Cree que el emprendimiento es cada vez una opción más firme para muchos profesionales de la salud?
Sin duda los emprendedores tienen mucho camino a recorrer en este sector. De todos modos, con el auge de las start-up corremos el riesgo de convertir la salud en una serie de transacciones, en soluciones puntuales cuando lo que necesitamos para tener un buen sistema sanitario es continuidad. Creo que demasiado start-up se están centrando en una solución puntual para un problema específico sin pensar cómo integrarse en todo el sistema. De acuerdo que el sistema es muy grande y es difícil formar parte, pero las nuevas iniciativas deben hacer un esfuerzo para estar allí.
De hecho usted a menudo se ha quejado de ver más redundancia que innovación en el ecosistema de la salud 2.0.
Tenemos decenas de empresas dedicándose a tratar un mismo problema. Algunas se fusionarán, otras morirán... el mercado necesita redundancia pero hacer ver que no hay es absurdo. Nueve de cada diez start-up están haciendo lo mismo que los demás, son pocas las que han hecho una apuesta nueva y necesaria.
¿Qué necesita una 'start-up' en este campo para ser sostenible a largo plazo?
Necesita entender muy bien cómo funciona el sistema y, sobre todo, necesita una buena gestión. Entender cómo gestionar las excepciones es mucho más importante que saber moverse entre la normalidad. Nos lo tenemos que mirar como un proceso: primero el paciente hace esto, después el médico hace lo otro y después el hospital activa una determinada respuesta. El 90% de las veces ésta es la estructura habitual, pero la empresa que destacará es aquella que se haga valer en los imprevistos. Hacer que estas excepciones se conviertan en su rutina, ésa es la clave: que los problemas formen parte de su solución. Muchas empresas se aferran a las nueve cosas que funcionan hasta que la décima los mata.
¿Ve el ecosistema catalán preparado en este sentido?
No lo conozco lo suficiente como para valorarlo con profundidad, pero sé que Barcelona es un hub tecnológico muy potente en el sur de Europa. Veo un ecosistema próspero en una región especial, es de esos lugares de donde vienen los emprendedores. No vienen del centro, sino de otros puntos con la intuición de que el centro es tan grande que no favorece la buena gestión.
¿Qué recomendación haría a los emprendedores que quieren internacionalizarse?
Deben entender lo muy difícil que es salir de su región. Lo que para ellos es externo, para otros es su casa. Probablemente fueron a la universidad con el jefe del hospital, están integrados en la comunidad. El reto de los outsiders es encontrar aliados y a menudo lo encuentran en incubadoras de los mercados donde quieren crecer o en otros tipos de asociaciones. La clave es hacerse un lugar en estas redes o crear de nuevas. En el ámbito sanitario, estas estructuras son la base porque cada paciente pasa por diversas instituciones a lo largo del tiempo. El big data juega un gran papel para posibilitar estas interconexiones.
¿Podemos decir que los datos y la conectividad marcan la tendencia principal?
Sí, tanto las conexiones entre personas como entre dispositivos: que el historial sea compartido entre el hospital, la farmacia y el propio paciente. La innovación vendrá del big data y también de los sistemas de pago. En Estados Unidos, todo cambiará cuando pasemos de pagar por los resultados en lugar de por los procedimientos. Así, el healthcare se centrará en el health más que en el care. El reto es cómo cultivar esta visión en lugar de ofrecer soluciones para un problema en concreto. A la hora de pagar, la pregunta es fácil: ¿el paciente se encuentra mejor que cuando empezó el tratamiento? No debemos ser subjetivos o fijarnos en el envoltorio, hay que basarse en la evidencia.
¿Es esto lo que busca cuando decide invertir en una 'start-up'?
Intento ser muy práctica, si no tienen esta visión, no me interesan. Me gusta ver que hay actividad, aunque muchas se dediquen meramente a transacciones y me gusta saber que una entre diez tendrá éxito. Pero lo más importante es que conecten entre ellas. Individualmente, son solo partes del cuerpo y yo quiero el organismo entero, deben ser parte de una empresa u organización que las integre.
¿No hay nadie que se esté dedicando a conectarlas?
Todo el mundo se dedica a su idea y da por hecho que alguien se encargará de unirlo todo, pero no, nadie lo está haciendo. El reto ya no es crear nuevas iniciativas. No estoy diciendo que todo se haya inventado y que tengamos que dejar de trabajar, pero esta es una de las explicaciones de porqué el progreso es tan lento en este campo. Los hospitales están ocupados cuidando de los pacientes y no tienen tiempo de integrar las nuevas apps en su infraestructura ni de formar a sus trabajadores para incluirlas en su día a día. ¿Quién pagará por una solución que no tienen tiempo de usar? Se lo tenemos que poner fácil.
Por lo tanto, si alguien se dedicara a solucionar este problema, podrían contar con usted como inversora.
Si tuviera que invertir en algo sería en la combinación entre la información que proporciona una app y el seguimiento y proximidad que da una infraestructura humana. Por ejemplo, que mientras una aplicación te explica qué hacer para medir los niveles de azúcar en la sangre si tienes diabetes, haya una persona recordándote que debes hacerlo, dándote apoyo y organizando encuentros con otros pacientes que padezcan la misma enfermedad. Entre tanta innovación tecnológica, el factor humano es clave.
¿Corremos el riesgo de perder esta vertiente más humana del sistema sanitario?
La importancia de esta vertiente es uno de los principales aprendizajes que extraigo de mi trayectoria profesional. Para entendernos, las enfermeras son una de las partes más importantes y faltan. Debemos dar al sistema sanitario la capacidad, el personal, el dinero y el mercado para sumar innovación y contacto personal. Vendría a ser la figura del health coach, un mercado en crecimiento donde veo mucho futuro.