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Héctor Ara

socio y presidente del Consejo de Administración de Suan Farma


Licenciado en Ciencias Económicas, Políticas y Comerciales y con un doctorado que versa sobre la emprendeduría, Héctor Ara tiene una experiencia de más de 30 años en el sector farmacéutico y químico. Suan Farma es un exitoso grupo de empresas del sector y con una potente acción internacional.


¿Cómo emprendedor que es, cómo ve el crecimiento del sector biotecnológico para los próximos años y qué recomendaciones haría a los emprendedores que quieran iniciar ahora su proyecto?

Que se amparen en una asesoría especializada en el sector, que concurran a los numerosos eventos internacionales que se producen para relacionarse con otros jugadores y que busquen alianzas. Además han de mostrarse receptivos a esas alianzas, porque son muy necesarias para acortar plazos de desarrollo y abaratar sus costes.

Suan Farma es un holding de productos y consulting farmacéutico con actividad creciente. De acuerdo con su experiencia, ¿cuáles serían los sectores de mercado y la estrategia para aproximarse a ellos, focalización o diversificación?

Este dilema creo que no debe resolverse a favor de una de las opciones: hay que ser capaz de diversificar, pero también es fundamental centrarse y focalizarse en proyectos que suelen tener unitariamente una complejidad técnica que requiere especialización. Ahora bien, si hablamos desde una perspectiva temporal, conviene focalizarse inicialmente en algún mercado o proyecto que permita acumular experiencia y conocimiento, así como ir conformando un equipo de forma que se pueda abordar cuanto antes una diversificación, tanto de mercados como de productos, con garantías.

¿Qué representan los biosimilares en el mercado farmacéutico actual?

Los biosimilares representan, a mi juicio, una nueva oportunidad para que compañías medianas y pequeñas del sector farmacéutico puedan captar una parte muy importante del mercado desarrollado por las compañías innovadoras, al vencimiento de sus patentes. El hecho de que no se deban considerar genéricos no quiere decir que no haya mucha similitud entre el mercado que se abre a los biosimilares y el que en su día se abrió a los genéricos. Es cierto que las barreras regulatorias y los costes de desarrollo son mucho más elevados, pero este hecho hará simplemente que haya un menor número de jugadores, aunque estos serán de dimensiones y capacidad financiera mucho mayor.

¿Cómo se espera que impacten en el futuro teniendo en cuenta que no pueden considerarse genéricos?

Es una cuestión de tiempo, pero en mi opinión los biosimilares acabarán captando una cuota de mercado similar a la que hoy ostentan los genéricos. El impacto de la irrupción de los biosimilares será, por tanto, notable. Se trata de un mercado potencial de 25 billones de euros, y dados los referidos altos costes de desarrollo, se involucrarán compañías del sector de gran potencial. De hecho varias de las llamadas big pharma ya han manifestado su interés en estar presentes en este nuevo mercado. El hecho de que no se puedan (o deban) considerar genéricos tiene un trasfondo básicamente químico (no hay dos moléculas biológicas iguales...), pero no tiene significación alguna respecto al comportamiento del mercado y sus jugadores que creemos se moverán por los parámetros de competitividad habituales.

¿Cómo enfoca la internacionalización?

En nuestra estrategia de internacionalización nosotros establecimos en su día dos parámetros que nos ayudaron a diseñarla y desarrollarla: la dimensión del mercado doméstico, en este sentido los cuatro países BRIC superan ampliamente el umbral que nosotros consideramos como de gran mercado (50 millones de habitantes), y el grado de desarrollo de la regulación farmacéutica, calificándose ésta como alta, media o baja.

En el aspecto de mercados internacionales, ¿qué oportunidades y retos cree que representan los países del BRIC (Brasil, Rusia, India y China) para los emprendedores de aquí?

Los países BRIC son considerados de regulación media. La penetración comercial en estos países es compleja, pues son mercados muy concurridos y con exigencias regulatorias notables. Nosotros, en una primera etapa, y hablando del sector farmacéutico, somos partidarios de acudir a mercados de menores dimensiones y exigencias hasta conformar un equipo sólido y los conocimientos suficientes como para acudir con garantías a mercados más exigentes. También somos partidarios de tantear el mercado de EE.UU. cuanto antes, pues si bien hay un sentir general de que es un mercado muy difícil de penetrar, la enorme transparencia y dinamismo del mismo, así como la relativamente sencilla accesibilidad a los clientes, hacen que sea muy barato de acometer. Y además es el mercado más grande del mundo...

¿Qué carencias y oportunidades identifica en los nuevos proyectos que debe evaluar?

Por lo que se refiere a oportunidades, vemos grandes ideas y proyectos derivados de que la publicación de artículos y trabajos novedosos, es decir la investigación básica española, es de un alto nivel en términos internacionales. Sin embargo tenemos pendiente incrementar el número de patentes, para lo cual es preciso cambiar la mentalidad y patentar antes que publicar. En cuanto a las debilidades que observamos en los proyectos que evaluamos son fundamentalmente la falta de capacidad de gestión de los grupos promotores, que es mucho más notoria y limitativa en el ámbito de la comercialización, donde se concentra más del 90% del fracaso empresarial.

¿Cuál es su diagnóstico de las potencialidades de Cataluña como polo tractor de negocio?

Cataluña arrastra una secular tradición de entrepreneurship de difícil parangón, incluso, a nivel internacional. En el ámbito institucional se percibe un dinamismo y afán de expansión permanente que tienen, además, un sólido soporte en el tejido industrial, así como el pasado y presente empresarial catalán. Todo ello constituye, a mi juicio, un excelente caldo de cultivo para nuevas iniciativas emprendedoras de las cuales estamos tan necesitados. Hay poco que enseñar a los catalanes en este sentido, pero a mi me gustaría que Cataluña fuera pionera en crear una escuela para emprendedores, que impartiera formación específica, ausente en el Estado, y donde se pudiera establecer una incubadora de empresas start-ups y se guiara las nuevas iniciativas emprendedoras en sus primeros pasos hasta su consolidación.

¿Cuáles son sus planes de futuro aquí?

Cataluña ha sido siempre tierra de emprendedores y empresarios. Yo viví en Barcelona de 1983 a 1988 y en seguida me impresionó la capacidad del catalán para comportarse de una forma audaz sin renunciar al sentido común, al seny. Siempre digo a mis hijos que Cataluña me aportó personal y profesionalmente las enseñanzas fundamentales que me hicieron madurar en ambos sentidos. En 2001 Suan Farma, que estableció una oficina en Barcelona desde su fundación en 1993, adquirió Plantas Medicinales de Catalunya (Plameca en l’Hospitalet), que este año inaugurará una nueva fábrica en Pallejà del Vallès. En 2005 decidí residir, tanto tiempo como me sea posible, en Sitges. En 2008 fundamos Salupharma Biosimilars, una de las pocas iniciativas internacionales en este campo, y hoy hemos llegado a un acuerdo con la Universitat Autònoma de Barcelona para colaborar en este ambicioso proyecto.

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