"Queremos situar la BioRegión entre los principales 'hubs' biomédicos de Europa y un destino preferente de inversión internacional"
Director General de Biocat
Jordi Naval (Barcelona, 1969) es licenciado en Farmacia por la Universidad de Barcelona (UB) y en Bioquímica por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). En los últimos 18 años Naval ha participado en la creación de varias startups (Infociencia, Anaxomics, Enemce Pharma, Genocosmetics Lab y Aelix Therapeutics) y ha sido Director de la Fundació Bosch Gimpera entre 2015 y 2017, y Presidente de la Fundació Escola d’Emprendedors entre 2010 y 2017. Ahora, Naval aspira a trasladar su experiencia emprendedora para impulsar, al frente de Biocat, un salto cuantitativo y cualitativo del ecosistema catalán de las ciencias de la vida y de la salud. En julio de 2018 fue nombrado Director General de Biocat.
Jordi Naval fue nombrado el pasado julio nuevo Director General de Biocat. Al frente de la entidad, Naval aspira a trasladar su experiencia emprendedora para impulsar un salto cuantitativo y cualitativo del ecosistema catalán de las ciencias de la vida y de la salud.
En los últimos 18 años has participado en la creación de varias startups, antes de incorporarte a la Fundació Bosch i Gimpera y ahora a Biocat. ¿Por qué decidiste saltar del emprendimiento al mundo de la transferencia?
No hay un salto real entre una cosa y otra. La transferencia se puede considerar una forma de emprendimiento tecnológica ejecutada de forma sistemática sobre un número elevado de proyectos potenciales, a diferencia de un emprendedor que debe ir de proyecto en proyecto.
Todos mis proyectos profesionales siempre han estado basados en un fuerte componente científico y tecnológico. Y en el campo de la transferencia, lo que puedo aportar es la mentalidad del emprendedor que tiene que desarrollar la tecnología en el mercado real y crear valor para su empresa. Yo he pasado de crear una empresa cada 5 años, a crear 5 cada año.
¿Qué te ha llevado a asumir el reto de dirigir Biocat?
Biocat ha trabajado durante los últimos 12 años en fomentar el ecosistema innovador de ciencias de la vida y la salud. Se han conseguido logros muy importantes, como poner Cataluña y Barcelona en el mapa europeo de la innovación en salud. Ahora creo que es el momento de dar el siguiente salto cualitativo y cuantitativo, y pasar de un ecosistema de startups a uno de scaleups, es decir, reforzar los proyectos existentes y convertirlos en compañías estables, que creen valor, contraten un elevado número de profesionales y sean capaces de llevar las tecnologías realmente al mercado y a los pacientes. Y Biocat es una palanca idónea para ejecutar este cambio.
¿Qué lessons learned de tu experiencia emprendedora puedes aplicar en tu nuevo reto profesional en Biocat?
Hay que observar qué ha funcionado y qué no. Como ejemplos de cosas que han funcionado, yo pondría el modelo ICREA, el BIST y los centros de investigación ligados a hospitales universitarios, y la creación de compañías como Minoryx, Peptomyc o Anaconda. Hay que analizar cómo se ha llegado hasta aquí para intentar extraer un patrón repetitivo y escalable. Por ejemplo, en las compañías mencionadas se repite un patrón común: un/una investigador ICREA, trabajando en un centro de excelencia, y que junto con socios de gestión e inversores crea un proyecto que capta una financiación de varios millones de euros por llevar una tecnología del laboratorio al paciente.
Tenemos que fijarnos en el camino vital y las motivaciones de las personas individuales. Como decía el sabio: "People, not projects". Si logramos identificar y motivar a las personas adecuadas, estas crearán proyectos valiosos y los harán avanzar.
¿Qué puntos fuertes y débiles tiene actualmente el sector catalán de las ciencias de la vida y la salud?
La BioRegión vive un momento emocionante en el que confluyen muchos factores. Tenemos tecnologías avanzadas, fruto de una investigación sostenida de forma adecuada durante los últimos 20 años; contamos con espíritu emprendedor y talento profesional en el ADN de los catalanes, y una red de inversores comprometidos a diferentes niveles. Ya nos hemos convertido en un polo de atracción de centros de innovación de compañías internacionales intensivas en tecnología: cada mes durante los últimos seis meses están aterrizando en Barcelona inversiones que demuestran que Cataluña tiene una reputación propia y única que la hace atractiva como polo de innovación, diferente de las regiones basadas en la explotación de los monopolios y del Ibex35.
Como punto débil destacaría la falta de músculo agregado de la industria farmacéutica local y su falta de inversiones directas y sostenidas en proyectos locales. Y como punto de riesgo, el no disponer de estructuras efectivas que nos permitan actuar como un país normal, a nivel de creación de políticas y de inversiones propias en investigación e innovación.
¿Cuál es tu visión para el sector y qué estrategia debe impulsar Biocat para alcanzarla?
Biocat está trabajando en una ambiciosa estrategia para situar la BioRegión entre los principales hubs biomédicos de Europa y un destino preferente para los inversores internacionales. Biocat debe ser un agente activo de innovación, trabajando codo a codo con las estructuras existentes (oficinas de transferencia, inversores, emprendedores, centros de investigación, administración pública, empresas). El objetivo es llegar a multiplicar en los próximos años tanto la inversión captada como el número de proyectos innovadores en salud que llegan a la sociedad.
¿Para concretar esta estrategia, qué nuevas acciones y programas lanzará Biocat?
Ya hemos puesto en marcha diversas acciones nuevas este año, como The Investment Readiness Series, donde queremos que los investigadores con proyectos innovadores reciban feedback de los inversores y expertos de la industria en etapas iniciales; o el Open Innovation Forum, que presentaremos próximamente, para que las empresas catalanas con necesidades de innovación conozcan las capacidades de innovación de los centros de investigación locales. También continuamos apostando por el Health & Bio Team Dating, que tiene como objetivo reforzar los equipos de científicos con personas del mundo del management.
El impulso del talento seguirá siendo estratégico para Biocat. En este sentido estamos cerrando la selección de alumnos para la próxima edición de d·HEALTH Barcelona, programa para formar futuros emprendedores y líderes en innovación sanitaria basado en la metodología del biodiseño de Stanford, donde los participantes experimentan un ciclo completo de innovación desde la identificación de necesidades en los hospitales hasta el diseño de una solución viable y la búsqueda de financiación. Además, este año hemos lanzado CRAASH Barcelona, programa de 12 semanas de duración que ayuda a equipos de investigación europeos a lanzar al mercado sus innovaciones healthtech guiados por expertos de CIMIT (Boston), la aceleradora de salud con más experiencia del mundo.
Los ciudadanos leen cada día en los periódicos noticias de avances científicos de investigadores catalanes. ¿Cuándo podrán ver soluciones y fármacos tangibles made in Catalonia?
Creo que el ecosistema científico y los medios deben madurar y dejar de anunciar cada avance contra el cáncer en ratones diciendo que dentro de unos años esto podría ser un medicamento. Es improbable que esto ocurra sistemáticamente. Seamos realistas: el desarrollo es largo y complicado, con muchas probabilidades de que la terapia no funcione (por problemas de seguridad, falta de eficacia, competidores que llegan antes).
La realidad, sin embargo, es que tenemos entre 18 y 20 terapias made in Catalonia que han surgido de la investigación, y que están en fases clínicas. Hay que dar importancia a estas compañías y proyectos que sí están avanzando realmente y que se están acercando a encontrar soluciones relevantes para los pacientes. Alguna de ellas puede llegar al mercado en pocos años, pero no me atrevería a decir cuáles ni cuándo. Es una cuestión de números: hay que asumir que la tasa de éxito es sólo de un 10-20%, por lo que de estas 18, tal vez sólo una o dos llegan. ¡Lo que hace falta es tener 100 para mejorar la probabilidad!
¿Qué le dirías al investigador que hace investigación excelente pero nunca se ha planteado emprender?
La pregunta es: ¿Tú quieres que lo que has inventado salve vidas? ¿Que sea útil a miles de personas de todo el mundo?. ¡La creación de una empresa es sólo un instrumento para alcanzar esta meta!