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Investigadores del Instituto de Biotecnología y Biomedicina de la Universidad Autónoma de Barcelona (IBB-UAB) en colaboración con la biofarmacéutica SOM Biotech han llevado a cabo un estudio de reposicionamiento de fármacos donde han descrito que tolcapone puede mejorar el tratamiento farmacológico de la amiloidosis familiar por transtiretina (ATTR), una enfermedad minoritaria. Este fármaco se utiliza actualmente para el tratamiento del Parkinson y SOM biotech a descubierto y patentado su uso para ATTR.

Los resultados del estudio, publicados en Nature Communications, muestran que tolcapone es útil para todas las variantes de la enfermedad y que es hasta cuatro veces más eficaz que el único tratamiento disponible hoy en día para tratar la variante polineuropática de la ATTR. La alternativa para evitar la progresión de la enfermedad es un trasplante de hígado o de hígado y corazón.

En los ensayos biofísicos que se han llevado a cabo (in vitro en cultivos celulares y ex vivo en plasma de personas y en ratones modelos de la enfermedad), se ha demostrado que tolcapone imita el proceso de unión de la hormona tiroxina en la transtiretina. Se une a la proteína ligando las subunidades proteicas y estabiliza su estructura, de modo que evita la disociación de las subunidades. El compuesto, que lleva de nombre SOM0226, funciona por tanto como inhibidor del inicio del proceso de agregación de fibras amiloides por transtiretina y permite reducir la progresión de la enfermedad.

La amiloidosis familiar por transtiretina se origina por una mutación de la proteína transtiretina en que se forman agregados tóxicos de fibras amiloides y se depositan en diferentes órganos como el cerebro, el riñón, los nervios, el ojo y el miocardio. Las variantes estudiadas son la polineuropatía y la cardiomiopatía amiloide familiar (que afecta a los nervios periféricos y el miocardio) y la amiloidosis sistémica senil (que también afecta al miocardio). Según el estudio realizado, SOM0226 es eficaz para estas variantes y, además, supera la barrera hematoencefálica. Esto significa que también podría tratar las variantes que afectan al sistema nervioso central, que hasta ahora no tienen tratamiento.

Los investigadores creen que el fármaco podría estar en el mercado para esta nueva aplicación en un plazo de cinco años. De hecho, ya se ha hecho un ensayo clínico con personas afectadas con la variante neuropática, liderado por el Dr. Josep Gámez, jefe del grupo del Sistema Nervioso y Periférico del VHIR. Según los resultados del ensayo, el compuesto ha estabilizado el 100% de la proteína transtiretina presente en el plasma de los pacientes afectados.

 

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