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Dr. Jaume Mir

director general de Arquebio


Artículo de opinión

A pesar de ser prematuro en algunos aspectos –Arquebio se constituyó aún no hace dos años–, nuestro nivel de actividad es muy elevado en todos los ámbitos de una empresa: proyectos en marcha, rondas de financiación, nuevas incorporaciones al equipo... Por lo tanto, decidimos ir a la BIO 2009 en Atlanta.

Arquebio es una biotecnológica catalana que utiliza la fermentación microbiana para el diseño de procesos de obtención industrial de principios activos farmacéuticos y moléculas de alto valor añadido en general, como alternativa a los métodos clásicos de síntesis química. Aprovechando la misma plataforma, también generamos proteínas recombinantes para virus artificiales.

Este año, y dado el poco tiempo de vida de la empresa, el interés de la feria para nosotros se centraba más bien en la búsqueda de socios para desarrollar conjuntamente algunos aspectos de nuestra plataforma y ver el estado de salud de nuestro subsector -identificar la competencia, vamos. Quedaba en un segundo plano asistir a alguna de las numerosas comunicaciones científicas o de negocios que se han realizado, así como los posibles contactos con clientes –aún nos estamos dando a conocer en el entorno local, pero sabemos que dentro de un tiempo tendremos que dar el salto. Básicamente, queríamos coger rodaje: si asistimos a ferias debemos prepararlo todo partiendo de una pequeña infraestructura –una gran diferencia respecto nuestra experiencia profesional anterior, en la que fuimos a ferias representando a grandes y consolidadas compañías.

Y, naturalmente, también pensábamos que teníamos que formar parte de la expedición catalana en la feria, dada la implicación de todos los factores integrantes de este sector en el país. Y en esta ocasión el número de empresas e instituciones catalanas –que crece año tras año– ya empezaba a causar buena impresión. ¡No está mal, el salto vivido en los últimos años!

La convivencia de primera mano con las asociaciones y administraciones que nos ayudan y hablar directamente en vez del habitual correo electrónico tiene muchas ventajas. También son ventajosos los contactos y el conocimiento más intenso que hacemos cada una de las empresas de la delegación, con las mismas personas con quienes hemos coincidido en tantos actos. Y como siempre se dice, y nunca te lo acabas de creer, existe la posibilidad de partnering e, incluso, de negocio directo con tus compañeros de viaje. En nuestro caso, ya es una realidad.

En la vertiente más lúdica, y aunque las ferias son agotadoras, también hay que disfrutar de la ciudad desconocida –para la mayoría– y de sus posibilidades. Atlanta es una ciudad muy interesante, y con un tamaño razonablemente humano, especialmente para los estándares americanos. No digo que se pueda pasear a pie o que disponga de un centro histórico bastante antiguo, pero está muy lejos de Los Ángeles o de las ciudades del middle west. Disfrutamos del jardín botánico y sus orquídeas; el acuario y las especies que en casa no son habituales; y el museo de la Coca-Cola, donde se hizo una recepción con cena del sur incluida y donde, por suerte, las bebidas que se servían eran cerveza y vino locales y muy buenos.

También es de agradecer la organización excelente y el nivel de tecnología de apoyo de la feria –por algo los americanos llegaron primeros a la luna–, que hace que el trámite de entrar y salir de Estados Unidos sea un peaje pasable ya que es el único inconveniente en una maquinaria que funciona como un reloj.

Y finalmente, en mi opinión, se trata de un aspecto interesante y divertido si se observan desde una cierta distancia todas las recepciones y fiestas que algunas delegaciones organizan como estrategia de marketing. Desde algunas ediciones anteriores parece que la cosa es ver quién la hace más grande, quien organiza la party más original, con más recursos –comer y beber, quiero decir– y más exagerada. Imposible llegar a todas partes.

En resumen, una oportunidad magnífica de contactar con proveedores, clientes, competidores, académicos, administración y dar a conocer la compañía y la biotecnología catalana en uno de los foros más importantes del mundo.

¡El año próximo, en Chicago!

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