“¿Mi objetivo? Construir soluciones que tengan un encaje empresarial”
María Eugenia Martín Hidalgo
Graduada en ingeniería industrial y organización de empresas, María Eugenia trabajó 2 años en empresas industriales y durante 6 años en gestión de proyectos dando servicios de incubación a startups en la UPC. Dejó el trabajo para unirse a d·HEALTH Barcelona, el programa impulsado por Biocat para formar emprenedores en salud. A través de un contacto del programa conoció a un investigador de la UB y, tras explorar las posibles aplicaciones comerciales de la tecnología que él desarrollaba en su grupo de investigación, decidieron fundar ColorSensing, spinoff de la UB.
ColorSensing es una empresa de base tecnológica que desarrolla aplicaciones basadas en la corrección y medida de color en imágenes digitales. Gracias a sus algoritmos, pueden corregir la distorsión de color que afecta a las cámaras y otros dispositivos fotográficos debido a la iluminación ambiental y otros factores. Esto les permite ofrecer tanto fotos normalizadas como cuantificación fiable de color de forma automática.
Su primer producto, FoodSensing, ayuda a fabricantes y distribuidores de alimentos envasados a reducir el desperdicio alimentario y a asegurar la calidad y seguridad de sus productos gracias a una etiqueta inteligente que monitoriza de forma cuantitativa su frescura a lo largo de toda la cadena de suministro. También están desarrollando una herramienta de corrección de color para telemedicina y digitalización de ensayos basados en cambios de color (tiras reactivas, lateral flow, etc).
¿Por qué quisiste ser emprendedora?
Cuando decidí estudiar Ingeniería Electrónica Industrial lo hice porque siempre me había gustado la tecnología, y la idea de cursar una carrera que te llevara a construir soluciones a problemas me parecía muy atractiva. Cuando terminé la primera parte de mis estudios, bastante específicos y técnicos, para abrir el abanico opté por la especialidad de Organización Industrial, que abarca todos los ámbitos de gestión y organización relacionados con la empresa industrial.
Después de hacer prácticas en varias empresas industriales, trabajé durante seis años en la UPC en un departamento en el que veía constantemente proyectos de startups tecnológicas: parte de mi trabajo consistía en dar servicio a estas empresas de nueva creación que surgían de la propia universidad o que se incubaban en sus espacios.
Tras darle muchas vueltas, concluí que si había elegido estudiar Ingeniería y Organización Industrial era porque quería construir soluciones que tuvieran un encaje empresarial, así que dejé mi trabajo para participar en el programa d·HEALTH Barcelona, impulsado por Biocat, precisamente para reorientar mi carrera en esa dirección. No tenía muy claro si acabaría emprendiendo o no, pero al finalizarlo conocí al investigador que actualmente es mi socio y una cosa llevó a la otra. Realmente nunca quise o decidí ser emprendedora expresamente: simplemente decidí que quería trabajar en el desarrollo de tecnología en un marco empresarial (en contraposición a la investigación), y todo fue sucediendo.
¿Cuál ha sido la decisión estratégica más importante que has tomado hasta ahora?
Creo que es muy pronto para poder valorar si cualquiera de las decisiones tomadas han sido correctas o no, pero supongo que la más importante ha sido decidir en cuál de todas las aplicaciones posibles que tiene nuestra tecnología queríamos focalizar nuestros esfuerzos.
¿Cuál es el mejor consejo que te han dado?
Que no me tome los consejos al pie de la letra, ya que se reciben muchos cuando estás empezando. Lo mejor es coger toda esa información, a menudo contradictoria, digerirla con tiempo y sacar una misma sus propias conclusiones.
¿Y ahora qué? ¿Qué hitos te has marcado alcanzar a corto plazo?
Justo antes del decreto de Estado de Alarma decretado por la Covid-19 estábamos planificando unas primeras pruebas de fabricación industrial de uno de nuestros prototipos, y estamos buscando inversión privada para poder lanzar pruebas piloto con clientes en 2021.